Es sorprendente el sabor y la alegría costeña, que es capaz de contagiar a todas las personas que aquí se acercan, especialmente en la ciudad de Barranquilla.
Este año, a diferencia de otros años he tenido la oportunidad de vivir el Pre-carnaval de Barranquilla y me he dado cuenta, cómo todo el mundo se viste de colores, se pinta la cara y se disfraza con el ánimo de celebrar estas festividades.
Muchos de mis amigos Barranquilleros me decían, que para quien vive ahí, es aún más importante las fiestas de Carnaval, que las fiestas dicembrinas; de hecho prefieren pasar un 24 o 31 de diciembre fuera de su casa, que un sábado de Carnaval con su batalla de flores.
El ambiente que se vive en la ciudad es de total alegría y felicidad; mezclado con la maizena, la espuma y la música con timbales que no dejan de sonar... Todo el mundo canta, grita, baila y comparte con amigos y familiares cada uno de los desfiles de la ciudad... Y lo más sorprendente aún es cuando todo el mundo grita en coro: "Poropopó po po, poropopó po po, el que no grite es un cachaco maricooooonnn" o "Oee oea, Junior tu papá y los demás valen mondaaaa"....
Por esos pequeños detalles, es que Colombia y dentro de Colombia, Barranquilla es considerada la ciudad más feliz del mundo; ya que chicos y grandes, niños y ancianos, pobres y ricos, esperan con ancías éste Carnaval....
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