Me ha costado entender que hoy en día las relaciones son muy desechables. Es decir, el hombre y la mujer se unen, comparten sentimientos, emociones y estados económicos de forma instantánea pero con el pasar del tiempo este compartir se deteriora rápidamente y sin mucho esfuerzo y lucha se decide terminar.
Anteriormente las relaciones eran más duraderas, ejemplo claro nuestros abuelos quienes luchaban por perdurar la unidad familiar y que los hijos vieran en ellos un ejemplo de hogar. Yo personalmente, como mujer moderna pero con algunos pensamientos clásicos todavía, aún sueño con tener mi príncipe azul. Esa persona que es tu media naranja, con la cual complementas tu forma de ser y puedes compartir sueños, metas y experiencias.
Una amiga me decía (pensamiento como producto de su primer fracaso matrimonial), que los príncipes azules ya no existen y que sólo cuando tengas un hijo varón podrás entender el verdadero significado de un príncipe azul. Que no hay amor más sincero entre un hombre y una mujer que el que le da una madre a su hijo, y que el amor de marido y mujer, muchas veces resulta ser pasajero.
Con todo y este pensamiento, quedo totalmente confundida y me pregunto ¿Será que si existe el príncipe azul? o sólo es ciencia ficción? o hace parte de mi imaginación de un cuento de hadas que nunca será realidad?
Lo que si es cierto, es que en cada relación (aunque muchos contradigan en este pensamiento) se debe dar lo mejor de sí para aprovecharla al máximo, y poder tener la satisfacción propia de que se entregó todo como una princesa enamorada de su príncipe azul.