La vida es como un carro de pasajeros, en donde tú eres el chofer y los pasajeros son las personas que hacen parte de tu vida. Cada bus tiene su ruta, con un inicio y con un final; porque ningún viaje es eterno. Las personas que están en el bus son tus compañeros de viaje, algunos están desde que inicias la ruta hasta que la terminas; así como hay otros que solo están en tu bus por un ratico... Pero de igual manera, tu sigues tu camino, así como el chofer continúa su ruta.
Cada persona es autónoma de determinar qué tiempo quiere estar en el bus, algunos te harán llorar, otros te harán reir y otros te ayudarán a resolver los problemas mecánicos, de clima u otros que se presenten en el camino.
Sin embargo y a pesar de que la vida sigue, hay personas que marcan tu vida y la transforman... Personas que te enseñan a ver el mundo de otra manera, así como personas que te voltean el mundo e incluso se convierten en tu mundo. Pero lo importante es entender, que cada persona es dueña de su propio mundo y que decide cuánto tiempo hace parte de tu Bus.
Pero el chofer del bus nunca podrá dormirse, porque pone en riesgo su propia vida, es decir su camino termina intempestivamente sin poder culminar su ruta según lo tenga estipulado Dios y el destino.
En el camino de la vida habrán peleas y desilusiones, pero habrán abrazos, besos y el amor... Lo importante es que vivas tu vida al máximo, así como el chofer con subidas y bajadas en el camino, pero siempre en la mente el culminar exitosamente su camino.
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