lunes, 3 de junio de 2013

Viviendo entre fantasmas

Todas las personas tienen un pasado, viven un presente y anhelan un futuro.  Pero ¿qué pasa cuándo las personas se aferran a su pasado y no viven plenamente su presente? Es decir, cuando se la pasan viviendo entre fantasmas con miedo a que situaciones poco gratas vividas con ellos se repita.

Algunos lo llaman prevención, otros lo llaman cautela, yo lo llamo temor...  Pero y temor a qué? si no todas las personas somos iguales, ni respondemos de la misma manera frente a las situaciones, circunstancias y ni siquiera al amor mismo; o es que acaso desconocen el famoso dicho que dice "todas las personas son un mundo y actúan diferentes" o ésta otra afirmación más cristiana aún que dice: "Dios hace cada persona y rompe el molde, para que nadie salga idéntico ni repetido".

El hecho de que las personas vivan con fantasmas en su interior no los hace vivir plenos, porque en su corazón y en su mente siempre estará la espinita del pasado.  Ese pasado que lo hizo sufrir, que no lo valoró e incluso muy probablemente le fue infiel; por lo que hace sentir a las personas desconfiadas y poco comprometidas en las relaciones siguientes.

Por el contrario, el hecho de no tener fantasmas te hace sentir libre y comportarte desde un inicio tal cual se es realmente y no esperar que pase el tiempo para ir soltando poquito a poquito según lo que ofrezcan.  Realmente, quien vive entre fantasmas no ha entendido que el pasado enseña y ayuda a construir el futuro; pero si te quedas atrapado en el pasado, podrás dejar de vivir el presente a plenitud.

En conclusión se afirma que "el pasado es pasado" y que nunca tu presente podrá ser culpable de lo vivido en tu pasado, en cambio el futuro depende siempre de tu comportamiento en el presente.  Esto es un juego de tiempos, pero que te ayudan a vivir la vida...


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